viernes, 14 de marzo de 2014

AL PROPÓSITO DE LA "GUERRA" SOTERRADA Y PARCIAL QUE SOSTIENE epn EN CONTRA DE UNO DE LOS GRUPOS DEL CRIMEN ORGANIZADO QUE NO APOYARON SU CANDIDATURA...

Soy un ferviente partidario del laicismo. Estoy convencido de la sana independencia que debe guardar el Estado de toda influencia eclesiástica o religiosa. Aunque no profeso ningún credo religioso, si guardo respeto por la libertad de creencias, de hombres y mujeres; y admiro las consecuentes conductas que guardan en correspondencia lógica con los principios que profesan. Como es el caso de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, quien en su homilía del 19 de marzo de 1978, señalo:

A mí me da miedo, hermanos, cuando leyes represivas o actitudes violentas, están quitando el escape legítimo de un pueblo que necesita manifestarse… ¿Qué sucede con la caldera que está hirviendo y no tiene válvulas de escape? Puede estallar. Todavía es tiempo, es tiempo de dar a la voz de nuestra gente la manifestación que ellos desean. Con tal de que haya, al mismo tiempo, la justicia que regula; porque naturalmente, hermanos, cuando defendemos estas justas aspiraciones, no estamos parcializándonos con reclamos terroristas. La Iglesia no está de acuerdo con la violencia de ninguna forma, ni la que brota como fruto de la represión ni la que reprime en formas tan bárbaras. Simplemente llama a entenderse, a dialogar, a la justicia, al amor.

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